viernes, 16 de agosto de 2013

Nova Delphini 2013 - 15 de agosto de 2013

El 14 de agosto de 2013, Koichi Itagaki, un astrónomo aficionado japonés, descubrió en la constelación de Delphinus una Nova que finalmente ha sido catalogada como Nova Delphini 2013.

Una nova es una explosión termonuclear provocada por la acumulación de hidrógeno en la superficie de una estrella enana blanca. En este caso parece ser una nova clásica, por lo que se trataría de un sistema binario formado por una enana blanca densa y caliente y una estrella evolucionada gigantesca y fría que transfiere parte de su masa a su compañera hasta que ésta alcanza la temperatura crítica para la ignición de la fusión nuclear.

La cantidad de energía que se libera en esta explosión es tal que provoca un aumento de brillo muy marcado, pero que dura pocos días. La Nova Del 2013 ha pasado en un momento de tener una magnitud de 17 (invisible visualmente con nuestros telescopios) a brillar con una magnitud alrededor de 4,5, tal como se puede comprobar en las estimaciones aportadas a la AAVSO.

Estos eventos, sin ser extraños, no son nada frecuentes y menos las que podemos ver a simple vista o con la ayuda de unos simples prismáticos 10x50, de manera que desde el momento en que se comunicó el descubrimiento, ya empecé a planificar su observación. No es cuestión de demorarlo demasiado. Una vez alcanza el máximo brillo, en pocos días volverá a convertirse en inaccesible a nivel visual.

Lo primero fue conseguir una carta de localización. Normalmente, para estrellas variables suelo utilizar las generadas por la AAVSO:

AAVSO

Pero por suerte, esta nova está ubicada en una zona de cielo bien conocida por los aficionados (Cerca del Triángulo del Verano formado por Vega, Deneb y Altair; con la referencia añadida de las pequeñas, pero fácilmente identificables, constelaciones de Sagitta y Delphinus), por lo que, en principio, no resulta complicado moverse por ella. Además con el añadido de que la nova, en su máximo brillo destacaba por méritos propios junto a las estrellas más brillantes del campo de los prismáticos 10x50.

Pero no todo van a ser facilidades.

La noche señalada para su caza era la del 15 de agosto de 2013, un día después de ser descubierta, pero la previsión meteorológica indicaba nubes y riesgo de tormentas fuertes.

No tenía demasiadas esperanzas de éxito, por no decir que ya estaba completamente resignado al fracaso cuando hacia las 20h 58m T.U. (22h 58m T.L.) veo entre las nubes asomarse tímidamente a Altair, una invitación suficiente para que me levantara rápidamente a buscar el trípode, la cámara fotográfica y los prismáticos 10x50.

Lo primero fue hacer una fotografía a ver si esa ventana entre las nubes me permitía localizar los puntos de referencia en primera instancia y la nova como colofón final. Este era el panorama:



Y por lo que pueda parecer, ahí estaba. Consultando en el ordenador que tenía al lado la carta de Sky & Telescope, que era lo que tenía más a mano, localicé la nova.

http://media.skyandtelescope.com/documents/Nova_in_Delphinus_PSA64.pdf



Y aquí un recorte de la misma foto donde se puede ver mejor la zona y la misma nova:





La fotografía la tomé con la Nikon D5100 sobre trípode fotográfico. Con una exposición de 8” a ISO 2500, apertura del obturador a f3,5 y objetivo a 18mm y… aguantando la respiración.

Y llegados a este punto, cambié la cámara por los prismáticos y decidí ir a la caza en visual.

Para ser sincero, me resultó bastante fácil una vez hecha la foto y con la carta de la AAVSO al lado. Tracé una línea recta imaginaria partiendo de Delta y Alpha Delphini hasta cruzarse con la intersección de la línea recta hacia donde apunta Sagitta.

Este es el dibujo que hice de la zona observando con los prismáticos 10x50:



El dibujo no fue fácil. Las nubes cubrían el cielo continuamente, y tenía que esperar los pocos segundos que quedaba la zona despejada para ir punteando las estrellas.

Esta cortina de nubes tampoco ayudaba a la estimación de brillo de la nova. Después de mucho batallar, le estimé una magnitud de 5,00, ya que brillaba de manera muy similar a 29 Vulpeculae, la estrella más brillante a la izquierda del dibujo.

Y cuando me quise dar cuenta ya no hubo tiempo para más. Las nubes finalmente dijeron que bastante habían hecho abriéndome unos minutos esa estrecha ventana y que me podía dar por satisfecho. Y realmente lo estaba.

Contento por haber fotografiado y observado mi primera Nova (que no Supernova)

Hoy no podré observarla. Vuelve a estar nublado y con muy mal aspecto, pero quien tenga los cielos despejados, que aproveche para echarle un vistazo a esta estrella que pronto nos dirá adiós.

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