sábado, 19 de octubre de 2013

2013-10-08 – Eyección de Masa Coronal en el Sol


NUNCA DEBE OBSERVARSE DIRECTAMENTE EL SOL A SIMPLE VISTA O CON UNOS PRISMÁTICOS O TELESCOPIO. PUEDE CAUSAR UN DAÑO PERMANENTE E IRREVERSIBLE A LOS OJOS.

Estamos tan acostumbrados a la presencia del Sol, que a menudo olvidamos la gran influencia que ejerce sobre nuestras vidas. Y no me refiero tan sólo al hecho de deberle nuestra existencia tal como la conocemos, si no que cualquier alteración que se produzca en el Sol puede llegar a afectarnos de una manera que pocos de los que no están familiarizados con lo que es nuestro astro Rey, pueden llegar a imaginar.

El Sol es una estrella que se formó hace 4.650 millones de años y se prevé que se mantenga de una manera más o menos estable durante unos 2.000 millones de años más. A partir de ahí se irá convirtiendo en una gigante roja engullendo cuantos planetas se pongan a su alcance, hasta que expanda finalmente todos sus gases transformándose en lo que conocemos como “nebulosa planetaria”. Cuando las capas externas gaseosas se hayan difuminado en el espacio quedará una enana blanca, un remanente estelar de lo que llegó a ser el Sol.

En principio, como individuos que actualmente podemos llegar a vivir, siendo optimistas, poco más de un centenar de años, no debe preocuparnos la situación cataclísmica que vivirá nuestro Sol en sus últimas etapas. Sin embargo, si debería preocuparnos su comportamiento actual, ya que puede influir de una manera poco agradable en nuestro día a día cotidiano.

El estudio del Sol puede considerarse que se inició en el momento en que Thomas Harriot y Galileo Galilei (1610) apuntaron temerariamente su telescopio hacia nuestra estrella y descubrieron la presencia de manchas solares en su superficie. Desde entonces algo hemos avanzado en su estudio.

http://galileo.rice.edu/sci/observations/sunspot_drawings.html

Las manchas solares son marcas oscuras y más frías respecto a la zona que las envuelve con una intensa actividad magnética.

A lo largo de los años se ha podido comprobar que la aparición de estas manchas sigue ciclos de 11 años, de tal manera que al principio de un ciclo, las manchas solares suelen aparecer en latitudes cercanas a los 40°, mientras que a medida que el ciclo se acerca a su máximo, en el que el número de manchas cada vez es más frecuente, aparecen hacia latitudes cercanas a los 7º. Al cabo de 22 años la polaridad del Sol se invierte, pasando de Norte/Sur a Sur/Norte.

Pero lo más significativo es que durante los máximos, la actividad solar aumenta de tal manera que se suele producir una eyección de masa coronal (CME), que no es otra cosa que una onda hecha de radiación electromagnética lanzada desde el Sol hacia el espacio. El verdadero peligro se produce cuando esta CME se dirige en dirección a la Tierra.

En agosto de 1859 se produjo la tormenta solar más potente de la que se tiene noticia a lo largo de la historia. Fue tan importante que llegaron a verse auroras boreales hasta en el Caribe. El diario “El Clamor Público” en su edición del 6 de septiembre de 1859 se hacía eco del fenómeno, destacando los problemas que afectaron al incipiente uso del telégrafo:

El CLAMOR PÚBLICO. Hemeroteca de la Biblioteca Nacional de España

Realmente, sería espectacular poder ver una aurora boreal desde la Península Ibérica.

Y viendo los estragos que causó esta tormenta solar, es casi obligado preguntarnos qué ocurriría si se produjera una tan potente en la actualidad.

A parte de disfrutar de magníficas auroras boreales, sufriríamos averías en satélites y telecomunicaciones (móviles, radio, televisión…), sobrecarga de las redes eléctricas con sus consecuentes apagones y la imposibilidad de utilizar nada que requiriera energía eléctrica…

No hay que alarmarse por ello, pero también es verdad que sería bueno ser conscientes que existe la posibilidad que se produzca un efecto como el de 1859 y poseer un protocolo de actuación ante un caso como este para que las consecuencias sobre nuestra sociedad fueran las mínimas posibles.

Todas estas reflexiones me vinieron a la cabeza el pasado 8 de octubre de 2013 en que se produjo una CME que fue perfectamente captada por el SOHO (Solar and Heliospheric Observatory):

“Cortesía del Consorcio SOHO/LASCO. SOHO es un proyecto de cooperación internacional entre la ESA y la NASA"

Juntando la secuencia de imágenes del coronógrafo LASCO C2 del SOHO pude elaborar este gif donde se aprecia perfectamente la eyección de masa coronal.

Confiemos que si en algún momento nos alcanza una tormenta solar de gran magnitud sepamos reaccionar de la mejor manera posible.

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