lunes, 27 de mayo de 2013

Conjunción Venus-Júpiter-Mercurio del 27 de mayo de 2013

Estos últimos días he intentado fotografiar la conjunción planetaria que nos están regalando Venus, Júpiter y Mercurio justo en la puesta de Sol, pero las nubes se han encargado de ocultármela con celo... hasta hoy.

Esta es la mejor imagen que he podido tomar con la Nikon D5100 (ISO 3200, exposición 1/60, Diafragma f5,6, distancia focal 200mm):

Conjunción Venus-Júpiter-Mercurio, 27 de mayo de 2013 

Venus es el más brillante, con una magnitud de -3,9. A su lado se encuentra Júpiter, magnitud -1,9 y curiosamente, el más alto respecto al horizonte, Mercurio, con magnitud -0.7.

Un bonito triángulo planetario que me recuerda cuando de pequeño me llamaban la atención esas "estrellas" tan brillantes que de vez en cuando surgían en algún lugar del cielo...

sábado, 25 de mayo de 2013

NGC3115 - Galaxia en Sextans revisitada con el SC de 235mm

El 13 de abril de 2013 pude observar la galaxia NGC3115 con mi SC de 127mm desde cielos con cierta contaminación lumínica, y quedé gratamente impresionado por el juego que me proporcionó. Algo no demasiado habitual cuando hablamos de galaxias y telescopios de pequeña/mediana abertura.


Así que la noche del 11 de mayo de 2013 decidí volver a ella, esta vez disfrutando de cielos oscuros y de mi SC de 235mm. Sólo había un pequeño inconveniente, el fuerte viento que soplaba que para colmo de males no llevaba ninguna intención de controlarse. Las estrellas se veían como pelotas de golf y resultaba complicado percibir detalles correctamente.

Nada más acabar de poner en estación el telescopio me di cuenta que a pesar de no haber ni una simple nube en el cielo, la noche no prometía en lo más mínimo. Con todo, no quise dejar de apuntar hacia NGC3115. Llega un momento en esta afición en que se aprende que hay que aprovechar cualquier ocasión que se presente, aunque las condiciones de observación no sean las idóneas, ya que nunca se sabe cuándo podremos volver a plantar el telescopio.

Este es el dibujo que hice, aguantando el papel como podía y utilizando el ocular Radian de 10mm (235x):


Utilicé el mismo ocular en los dos telescopios para observar la galaxia y como primera impresión comentar que es mucho más cómoda y gratificante su observación con el SC de 235mm. Con el Nexstar 5i disfruté mucho, pero con el 9,25” realmente se juega en otra división.

Las dos estrellas brillantes que acompañan la galaxia las noto bastante distorsionadas por culpa del “seeing”, pero en principio no me preocupa en exceso porqué el objetivo principal es NGC3115. Puedo distinguir claramente su núcleo brillante y potente en forma de pequeño óvalo y de manera muy marcada los brazos galácticos que se extienden con generosidad de extremo a extremo del núcleo. Vuelvo a recordar el acertado sobrenombre de “Spindle” (Huso) que se le da.

El viento arrecia y no me encuentro cómodo observando, la galaxia se encuentra justo encima del tejado de mi casa y la turbulencia atmosférica no permite la percepción de detalles.

Continúo pensando que NGC3115 puede dar mucho más de sí si la pudiera observar en condiciones ideales, así que de momento opto por dar por concluida la visita de esta noche y dejar anotado una revisita, que no sé si será este año o ya va a ser el próximo.

Sea como sea, tanto con pequeños, medianos o grandes telescopios, una galaxia ideal para observar bajo un cielo oscuro.

sábado, 18 de mayo de 2013

M64 - El Ojo Morado con el SC de 235mm

El 9 de abril de 2010 observé por primera vez M64 (http://laorilladelcosmos.blogspot.com.es/2010/04/m64-la-galaxia-del-ojo-negro-en-coma.html), la famosa galaxia conocida como del “Ojo Morado” situada en la constelación de Coma Berenices. La vi a través de mi SC de 127mm y disfruté mucho con la experiencia. No fui capaz de distinguir bien los detalles del núcleo y me quedó la sensación de estar perdiéndome algo…

Este es el dibujo que hice en su momento:


Evidentemente, me dejé anotado volver a ella utilizando un telescopio de mayor abertura desde unos cielos sin contaminación lumínica. Y estas condiciones se dieron el 11 de mayo de 2013. La noche era ventosa, pero disponía de mi SC de 235mm y estaba observando desde un cielo rural, prácticamente sin luces que me molestaran.

Después de un buen rato de adaptación de la vista a la oscuridad decidí dibujar lo que veía por el ocular de Nagler de 16mm (146x):


Nada más poner el ojo en el ocular compruebo que poco tiene que ver la imagen que contemplo con la que pude observar con el SC de 127mm. Y sin una adaptación completa a la oscuridad.

Lo primero que destaca es el núcleo extremadamente brillante, que en un principio percibo con una forma compacta. Ni rastro de la zona oscura que lo distingue. La galaxia propiamente dicha se presenta con un halo ovalado, muy extenso, difuso y evanescente, pero claramente perceptible.

Elaboro un primer boceto y dejo de lado el papel y el lápiz. Apago la linterna, cierro los ojos, respiro hondo y me dispongo a intentar exprimir al máximo esta preciosa galaxia.

Al cabo de unos momentos empiezo a situarme mejor y decido centrarme en el núcleo galáctico. Es entonces cuando percibo una pequeña línea ovalada oscura situada en el dibujo en la parte izquierda del centro galáctico. En dirección a la estrella TYC1455-1200-1, enfrente mismo de M64 y que brilla con una magnitud de 11,25.

Poco a poco, con visión lateral voy reconociendo, ciertamente, un ojo morado, aunque reconozco que estoy sugestionado por el recuerdo de las magníficas fotografías que existen de esta vistosa galaxia. Con todo, no puedo reprimir una sonrisa al recordar lo contento que me puse cuando la observé con el SC de 127mm… y lo entusiasmado que estoy observándola con el SC de 235mm. Ciertamente, para noches como esta es por lo que me compré este telescopio.

El halo se presenta en un principio con un brillo bastante homogéneo, sin embargo, a medida que adapto la vista a la oscuridad noto la zona que envuelve el núcleo algo más brillante que la zona exterior. No es algo muy obvio, pero sí puedo asegurar que tengo esa percepción.

Al cabo de un rato empiezo a notar ya el cansancio por la concentración que me exige M64 a la hora de exprimir todos sus encantos, y decido volver a encender la linterna, recuperar el lápiz y el papel y acabar de trazar los últimos detalles observados.

En conclusión, una galaxia apta para pequeños telescopios y sensacional para mayores aberturas.


ASOD - 30 de mayo de 2013: http://www.asod.info/?p=10001

domingo, 12 de mayo de 2013

M51 - Fotografía del 10 de mayo de 2013

El último día que tuve ocasión de sacar mi SC de 235mm y observar medianamente en condiciones fue a principios de enero. Ya estamos casi a mediados de mayo y empiezo a temer que sea poseedor de un telescopio gafe.

No puedo ir demasiado a menudo a mi pueblo, que con sus 650 habitantes es mi reducto de cielo oscuro, y todas las veces que he podido escaparme este año han coincidido con noches nubladas, lluviosas, de viento fuerte o todo junto, por lo que es comprensible que estuviera animado al ver las previsiones meteorológicas, en principio favorables, de estos días.

Pues bien, llego al pueblo el viernes y ante mi desconsuelo veo que una vez puesto el Sol, bandas de nubes espesas empiezan a atravesar el cielo. Es difícil deducir si se tratará de algo pasajero o al final la noche quedará despejada, así que decido ir montando la CGEM. Son las ventajas de poder observar desde casa, y en el peor de los casos, haré un poco de ejercicio.

Pero una vez termino el contrapesado y me dispongo a alinear la montura, levanto la cabeza al cielo y empiezo a temer que no seré capaz de encontrar estrellas suficientes para completar el proceso. Por suerte, las estrellas que se utilizan para alinear la CGEM suelen ser bastante brillantes y al final consigo dejarlo todo a punto. Y digo por suerte, porqué desde el momento en que me aparece el mensaje de “Align Success”, las partes de cielo con nubes superan con creces las zonas despejadas.

Todo el horizonte nublado y la zona de Virgo, uno de los objetivos que tenía marcados para esta noche, completamente inaccesible. Al final sólo el zenit está despejado.

Viendo los derroteros que ha seguido la noche decido tomar una rápida decisión para que el esfuerzo a la hora de montar la CGEM no haya sido en vano. Voy a buscar mi Nikon D5100 (recién estrenada hace poco más de un mes) y darle el bautizo astronómico intentando fotografiar M51.

Tengo esta cámara para utilizarla la mayoría de las veces para fotografías que podríamos considerar convencionales. Es decir, naturaleza, familia, deportes… y de vez en cuando, la utilizo para practicar la astrofotografía de aficionado. No aspiro a sacar las fotos que pueden verse por internet de muchos compañeros que son capaces de sacar imágenes realmente espectaculares, me contento con conseguir algún resultado modesto. No tengo ni el equipo ni los conocimientos adecuados para mucho más. Pero a pesar de las limitaciones, cada vez que consigo algo un poco digno, me siento realmente satisfecho.

Sin querer justificarme más… continúo.

La nueva cámara tiene una función de intervalómetro muy adecuada para la astrofotografía, cosa que mi antigua Nikon D70S no tenía. Esta función me permite programar una serie de fotografías de manera automática, de manera que no hace falta estar tan pendiente del proceso en la toma de las fotos.

Decido hacer 30 fotografías de 30” de exposición a ISO 1600. Una primera prueba para ver cómo se comporta la D5100 fotografiando el cielo.

Cuando acabo las 30 fotos las nubes se acaban de adueñar ya definitivamente de la noche. Mientras desmonto el telescopio hago 10 darks y 10 bias.

Y con una sensación agridulce, me voy a dormir a las 2,30.

Al día siguiente, después de un buen desayuno, apilo todas las tomas con el DeepSkyStacker (el cual sólo me aprovecha 23 de las que hice), hago algunos ajustes con el Pixinsight LE y el Photoshop Elements 11 y este es el resultado final:


Cuando he acabado he quedado muy satisfecho con el resultado. Sé que todo es muy mejorable, pero cuando empecé con la afición no me habría pasado por la cabeza que algún día sería capaz de fotografiar por mis medios una galaxia como M51 situada a unos 27 millones de años luz de distancia.

Con el tiempo espero ir mejorando, pero de momento me siento muy orgulloso de mi humilde M51.

PD: He visto que según el monitor la foto queda muy oscura. Adjunto una versión un poco más brillante, aunque ello implique un mayor ruido.


sábado, 11 de mayo de 2013

NGC6229 - Cúmulo globular en Hercules

En la entrada referente a la observación que hice de M92 el 12 de junio de 2010 comentaba la fatalidad de este cúmulo globular al tener que compartir protagonismo con el majestuoso M13. La noche del 2 de mayo de 2013 tuve la oportunidad de observar NGC6229, otro cúmulo globular de Hercules, y no pude por menos que reprimir una sonrisa pensando que si M13 eclipsaba a M92, este último hacía lo mismo con NGC6229, globular que me sorprendió gratamente observándolo con mi SC de 127mm.

Y es que NGC6229 parece la Cenicienta de los cúmulos globulares de Hercules.

William Herschel lo descubrió en 1787, pero no acertó a la hora de interpretar su naturaleza, ya que lo acabó catalogando como una nebulosa planetaria. En 1819 Jean-Louis Pons lo confundió con un cometa, y aunque algunos investigadores ya habían planteado correctamente que se trataba de un cúmulo globular, no fue hasta 1917 que no se pudo definir de manera concluyente.

Harlow Shapley y Francis Pease, a partir de una fotografía de 69 minutos de exposición tomada con un telescopio de una abertura de 1524mm (60”) situado en Monte Wilson, llegaron a contar 1540 estrellas.

NGC6229 es uno de los cúmulos globulares más lejanos que podemos encontrar en nuestra galaxia. Se encuentra situado a unos 100.000 años luz de distancia, brilla con una magnitud estimada de 9,4 y presenta un diámetro de 4,5’.

La noche del 2 de mayo de 2013 resultó ser una noche excelente de observación. Sin Luna, un “seeing” de 4/5 (Siendo 5=óptimo), completamente despejado y con una contaminación lumínica muy contenida por lo que suele ser desde mi lugar de observación habitual. En el dibujo llegué a percibir una estrella de magnitud 12.

Nada más poner el ojo en el ocular de 25mm (50x), me sorprendí al ver que me encontraba con un globular de primera división y no con un objeto complicado y poco atractivo. Desde luego, es necesario tener unas buenas condiciones de observación y dedicarle tiempo para exprimirlo al máximo, pero todo esfuerzo y tiempo dedicado a NGC6229 se puede considerar bien invertido.

Después de observarlo a diferentes aumentos, decido dibujarlo tal como lo veía con el Radian de 10mm (125x):


NGC6229 se encuentra acompañado por dos estrellas plateadas que brillan alrededor de la magnitud 8. Se trata de HD151689, de magnitud 8,4 y clase espectral F8 y HD151651, magnitud 8,1 y clase espectral F5.

Guardando todas las distancias, y sin querer hacer más sangre con las comparaciones, esta disposición triangular del globular respecto a dos estrellas de brillo similar me recuerda un poco a lo que podemos ver cuando observamos M13 a bajos aumentos.

A 125x se puede ver ya desde un primer momento un núcleo realmente brillante y compacto, pero al ir adaptando mejor la vista a la oscuridad van apareciendo más detalles. En primer lugar, el núcleo que ha empezado como una manchita redonda y difusa, poco a poco se va presentando con el típico crepitar de los cúmulos globulares, lo cual me deja un poco perplejo al recordar que fue considerado como planetaria o cometa... perplejo y maravillado al mismo tiempo al ser consciente de la calidad de los telescopios de aficionado que tenemos al alcance en la actualidad. De todas maneras, que perciba este crepitar no quiere decir que el cúmulo sea resoluble, pero lo que sí es cierto es que noto sin ningún tipo de duda cierto “hormigueo” en el núcleo.

Y en segundo lugar, alrededor de este núcleo brillante va apareciendo un pequeño halo que percibo no tan perfectamente redondo como el núcleo, sino más bien algo irregular.

En definitiva, un cúmulo globular muy atractivo y asequible, injustamente olvidado por muchos aficionados. Vale la pena que cuando visitemos M13 y M92 en Hercules no nos olvidemos de echarle un vistazo a NGC6229, por poco que dispongamos de unas condiciones de observación razonables, la experiencia no nos decepcionará en absoluto.

sábado, 4 de mayo de 2013

NGC3115 - Galaxia en Sextans

Observando desde un lugar con cierta contaminación lumínica, resulta bastante atrevido ir a la caza de galaxias, pero por otro lado, hay que tener en cuenta que la primavera es la estación galáctica por excelencia, de manera que plantearse algún pequeño reto en este sentido se podría considerar casi una obligación.

Tenía anotado desde hace tiempo visitar NGC3115, una galaxia de la constelación de Sextans. La idea era observarla desde un lugar oscuro y con mi SC de 235mm, pero ha pasado el tiempo y no se han dado las condiciones ideales.

El 13 de abril de 2013 estaba observando desde mi domicilio con el SC de 127mm y recordé NGC3115. Con una noche despejada, buena estabilidad atmosférica, la vista perfectamente adaptada a la oscuridad, el telescopio bien aclimatado y teniendo en cuenta que ya eran las 23h 10m T.U. (01h 10m T. Local) y el nivel de contaminación lumínica se encontraba bajo mínimos dentro de la desgracia habitual, pensé que no perdía nada con apuntar hacia la galaxia.

Puse el ojo en el ocular de 25mm (50x) y ante mi sorpresa, agradable sorpresa, comprobé que podía percibir una manchita alargada, muy difusa. Complicada y casi imperceptible, pero bien presente.

Animado decido utilizar el Radian de 10mm que me proporciona un buen campo y un aumento razonable (125x). De este modo puedo disfrutar de la galaxia de la mejor manera posible esta noche. Este es el dibujo que hice:


La galaxia se encuentra acompañada sólo por dos estrellas no demasiado brillantes (alrededor de la magnitud 10-11), pero esto sólo implica que sea ella la que acapare todo el protagonismo. Noté un núcleo brillante, alargado y muy evidente en cuyos extremos se veían unas prolongaciones más difusas que en cierta manera me justifican el sobrenombre de “Spindle” (Huso) que recibe coloquialmente esta galaxia.

Después de un buen rato y viendo que no puedo sacar más detalles, decido terminar con la observación. Realmente satisfecho, pero con la sensación de que NGC3115 observada desde cielos oscuros con mi SC de 235mm sería capaz de ofrecer mucho más de lo que he podido sacar esta noche.

Sin ir más lejos, Stephen James O’Meara en su libro “The Caldwell Objects” empieza de esta manera el capítulo dedicado a NGC3115 (C53): “One of the most beautiful galaxies in the heavens awaits small-telescope users in the obscure southern constellation Sextans” (“Una de las galaxias más bellas en el cielo aguarda a los usuarios de pequeños telescopios en la meridional y oscura constelación de Sextans”.

NGC3115 es una galaxia lenticular (S0) que brilla con una magnitud de 9,9 y presenta una extensión de 6,9x3,4’. Fue descubierta por William Herschel el 23 de febrero de 1787 y se estima que se encuentra a una distancia de 32 millones de años luz.

Como curiosidad comentar que en un estudio publicado el 10 de julio de 1992 en “The Astrophysical Journal”, John Kormendy y Douglas Richstone expusieron que las observaciones que realizaron desde el telescopio de Mauna Kea en Hawai demostraban la presencia de un agujero negro supermasivo en el centro de NGC3115.

Este agujero negro presenta una masa de 1.000 millones de soles y para detectarlo calcularon la masa de las estrellas que circulan alrededor del núcleo de la galaxia y midieron la velocidad de su movimiento.

¿Quién diría que tras esa manchita alargada situada a 30 millones de años luz se encuentra un gigantesco agujero negro en que se producen atracciones gravitatorias tan fuertes que atrapan incluso la propia luz? Este es el atractivo de la observación astronómica, entender lo que se ve y maravillarnos ante lo que nos ofrece el Cosmos.  

En definitiva, una pequeña galaxia, pero asequible y muy sugerente.