domingo, 26 de julio de 2009

NGC6910 + Sadr en Cygnus

Si con NGC6441 y G Sco pude disfrutar de una estrella anaranjada y un cúmulo globular en el mismo campo, con Gamma Cygni (Sadr) y NGC6910 puedo hacerlo con otra estrella de tono amarillento muy marcado y un cúmulo, en este caso abierto, muy peculiar.

Este es el dibujo que hice:


NGC6910 es un cúmulo abierto situado en la constelación de Cygnus que es conocido con el sobrenombre de “The Rocking Horse Cluster”. No sé cuál sería la palabra exacta para su traducción, pero se refiere a aquél juguete que representaba un caballito que se colocaba sobre unos pies de mecedora que servía a los niños para balancearse y hacerse a la idea que iban galopando a lomos de un brioso corcel. En algunas fotografías que he visto del cúmulo y en algunos dibujos hechos a partir de telescopios newtonianos de gran abertura y buenos cielos, me da la sensación que el sobrenombre le va como anillo al dedo. Sin embargo, a mi me sugirió más un palo de zahorí.

Pero dejando de banda las interpretaciones representativas que sugieren sus componentes, la noche del 24 de julio de 2009, con un seeing de 3/5 (Siendo 5 excelente), un poco de brisa, pero sin nubes, sin Luna y con muy buena trasparencia, a través de mi SC de 127mm a 50x pude comprobar que NGC6910 es un cúmulo poco extenso, cuyos componentes sugieren una forma de Y y de entre ellas destacan dos que brillan alrededor de la magnitud 7ª: HYP100548, una variable que veo con un vivo color amarillo (curiosamente, se le asigna un espectro de clase B1, es decir, azulada) y TYC3156-2039-1 con un tono también amarillento que es la que se encuentra en un extremo de la Y.

Las otras ocho estrellas que acaban de formar la Y brillan entre la 9ª y la 10ª magnitud, por lo que para distinguirlas adecuadamente es aconsejable observarlas desde un cielo oscuro y sin Luna.

Volviendo a HYP100548, comentar que es curioso lo que sucede con esta estrella. Tal como la veo por el ocular diría que presenta un marcado color entre amarillo y casi anaranjado, sin embargo, su espectro es de clase B1, es decir, de color azulado. No es ningún secreto que en la percepción de los colores hay tanta diversidad como observadores existentes, pero una contradicción tan evidente me invitó a intentar buscar más información al respecto. De esta manera, llegué a esta excelente web de Math Heijen:

http://www.starobserver.eu/openclusters/ngc6910.html

He quedado gratamente sorprendido al comprobar que también él se percató de esta “anomalía”. Y encontró una explicación que no se me habría ocurrido por mucho que le hubiera dado vueltas al tema.

Heijen comenta que la respuesta se la dió Jim Kaler (Profesor Emérito de Astronomía en la Universidad de Illinois). Traduzco por encima el texto que aparece en la web:

“La zona de Gamma Cygni se encuentra afectada por una gran cantidad de polvo interestelar. Este polvo absorbe y dispersa la luz azul. Por lo que cuando se observa una estrella a través de este polvo aparece más rojiza de lo que realmente es (básicamente, es la misma razón por la que el Sol se aprecia rojizo durante su puesta). El color intrínseco B-V de la supergigante B1.51a es –0,2. Sin embargo, el color que se observa es 0,83, más o menos el color de una enana de clase K0 o una gigante de clase G5, por lo que aparece amarillenta a nuestros ojos (...) Se puede observar este efecto en otros cúmulos lejanos cerca del plano galáctico”.

A medio camino entre NGC6910 y Sadr (Gamma Cyg), se puede apreciar una doble óptica muy atractiva de componentes azuladas, cuya principal (TYC3156-936-1) brilla con una magnitud de 9,09 y su secundaria (TYC3156-1380-1) lo hace a 9,87 con una separación de 35”.

Finalmente, en medio del rico campo estelar que puedo contemplar a 50x, destaca por méritos propios Sadr, la Gamma del Cisne (mag. 2,21), que brilla con un marcado color amarillo que da un plus de espectacularidad al conjunto.

En definitiva, un verdadero espectáculo se mire como se mire.

2 comentarios:

  1. Que interesante lo de la anomalía del color de la estrella, no lo había oido hasta el momento...

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  2. Hola Roberto,

    Gracias por el comentario. A mi también me sorprendió. Yo había leído que el polvo interestelar rebajaba la magnitud con la que vemos ciertos objetos, pero en cuanto a lo del color, tampoco lo había oído.

    Saludos

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