jueves, 10 de septiembre de 2015

Mare Crisium y Cleomedes

Durante la cuarta noche de lunación nuestro satélite sólo se encuentra iluminado en un 18% de su superficie, pero ya son muchos los alicientes que nos ofrece.

El 20 de junio de 2015 me encontraba en Barcelona y decidí sacar el SC de 127mm al balcón para pasar un rato distendido observando la Luna, y lo primero que hice fue aprovechar la libración favorable para cazar el esquivo Mare Humboldtianum y el cráter Endymion.

Después de ello, centré mi atención en un siempre espectacular Mare Crisium, coronado por el cráter Cleomedes.

Me fijé especialmente en este cráter a raíz de una entrada que publicó Santos Chacon en su blog “Dibujando el Cosmos” y que me dejó intrigado, ya que nunca había reparado en él. Y ciertamente no me decepcionó en absoluto.

En un primer momento me centré en disfrutar de Mare Crisium, y para ello resulta de gran ayuda conocer un poco los periodos de formación por los que pasó hasta llegar al aspecto que nos ofrece hoy en día.

Hace unos 3.900 millones de años un cuerpo de gran tamaño impactó de forma rasante sobre la Luna y formó la cuenca Crisium. De Este a Oeste alcanza los 570 km, mientras que de Norte a Sur sólo se extiende unos 450 km.

A partir de este momento, otros impactos se produjeron en la misma zona, formando más cráteres de menor tamaño hasta que una ingente cantidad de lava fluida rellenó la cuenca y, total o parcialmente, a los cráteres formados con anterioridad.

De esta manera, podemos encontrar varios cráteres fantasmas, como pueden ser Yerkes y Lick, semienterrados por la lava; espectaculares grietas como la Dorsa Tetyaev, la Dorsum Oppel o la Dorsa Harker, que se formaron a partir de las fuertes presiones provocadas por el enfriamiento de la lava. Y a partir de aquí, cráteres más recientes que pueden observarse salpicando el mar de lava, como puede ser Picard, Peirce o Greaves.

Finalmente identifico al joven cráter Proclus, al Oeste de Mare Crisium, que ofrece un aspecto muy distinto al que mostrará cuando los rayos solares incidan sobre él directamente. Ahora muestra un aspecto tétrico y oscuro, ya que todavía no se encuentra iluminado por completo.

Resulta muy emocionante ir descubriendo todos estos accidentes e ir imaginando cómo debió ser el momento de su formación. Y a nivel estético, la oscura lava extendida como un manto encima de la Luna, salpicada por largas grietas cercanas a sus bordes y la presencia de cráteres semiocultos en ella, así como otros muy evidentes, ofrece una belleza muy difícil de transmitir con palabras.

Esta es la fotografía que tomé con la cámara ASI120MM acoplada al SC de 127mm. La turbulencia afectaba bastante, pero a pesar de ello quedé contento con el resultado:



Llegados a este punto, no pude por menos que dirigir mi atención hacia Cleomedes. Es un cráter que se muestra con una forma muy peculiar debido a encontrarse cerca del limbo lunar. Parece un huevo duro esclafado contra el plato… pero bueno, centrémonos.

Cleomedes, a pesar de verlo con una cierta forma ovalada, en realidad es una formación circular con unas respetables dimensiones de 126x126 km.



Con la abertura de 127mm se pueden apreciar algunos cratercillos en su interior y unas pequeñas colinas que, curiosamente, no veo que se encuentren, como esperaría, en el centro del cráter. Fijándome un poco, veo que esta impresión pueda ser debida a un efecto óptico, al encontrarse la muralla Oeste más perjudicada por el impacto de cráteres más recientes.

El suelo del cráter se encuentra cubierto de lava, y en él logro distinguir dos cratercillos pequeños que veo en el Virtual Moon Atlas que se corresponden con Cleomedes B, de unos 13km de diámetro, y Cleomedes J, ligeramente más pequeño con sus 12km.

Las colinas centrales las percibo entre estos dos cratercillos y la pared Oeste de Cleomedes. Gracias a que presentan todavía una bonita sombra, puedo distinguirlos de una manera más cómoda.

Con la abertura de mi telescopio, por lo menos esta noche en que las condiciones de la atmósfera no eran las más adecuadas, no he sido capaz de ver la rima que se encuentra en el interior del cráter, Rima Cleomedes. Y es una lástima, ya que presenta una forma de Y en la que uno de sus extremos finaliza al llegar a Cleomedes J. Algo a tener en cuenta cuando pueda observarlo con mi SC de 235mm.

Alrededor de Cleomedes aparecen varios cráteres más pequeños. En la parte Sureste veo a Delmotte (33 km), en la parte Nordeste a Burckhardt (58 km), en el que se ven tres cráteres superpuestos, y en la parte Noroeste, dentro del cráter, distingo Cleomedes A y Cleomedes E, mientras que justo encima de la muralla de Cleomedes, destrozándola parcialmente localizo a un bonito cráter, Tralles, de 43 km de diámetro. Y justo a su lado, Debes (31 km) y Debes A (33 km).

Al final me animé a realizar un rápido boceto de Cleomedes y sus alrededores:



Una zona muy interesante y asequible a cualquier tipo de telescopio, si bien es cierto que con mayores aberturas podremos disfrutarlo más y mejor, aunque por el contrario perderemos la perspectiva general de Mare Crisium y Cleomedes.

Para concluir me gustaría compartir una fotografía espectacular de Cleomedes que he sacado de la página de la LROC:

LROC

4 comentarios:

  1. Hola Óscar,

    Buena observación lunar y bonito dibujo de la zona y excelentes fotografiás, con gran información útil como es habitual.

    Un saludo.
    Roberto.

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    1. Gracias Roberto. Has llevado un buen ritmo en tu blog este verano :), todavía tengo pendiente el practicar el dibujo lunar blanco sobre negro. Los tuyos son de lo mejorcito que he visto.

      Saludos.

      Óscar

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  2. Genial crónica Óscar y el dibujo es espectacular, me encanta como consigues darle esa sensación de profundidad a los cráteres grandes. A mi también me resulta espectacular Crisium, es mas, me encantan los mares, son un bonito contraste con las zonas repletas de cráteres.

    Últimamente me estoy proponiendo dedicarle mas tiempo a la Luna, pero para mi es muy esquiva, solo puedo ponerme a observar a una determinada hora y o bien ese dia esta muy baja, o no está o coincide con una zona que ya he observado antes. Ese retraso en su salida me hace su observación muy dificil al tener que trabajar al dia siguiente.

    Saludos.

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    1. Gracias Santos. Hay que adaptarse a nuestros condicionantes. Lo importante es disfrutar lo máximo posible a la mínima oportunidad que se nos presente :)

      Saludos

      Óscar

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