domingo, 21 de enero de 2018

"El Ojo de Horus" en la Luna - El cráter Damoiseau

No me canso de decirlo. Observar la Luna a través de un telescopio es algo que todo el mundo debería hacer por lo menos una vez en la vida.

Y por mi parte, no me canso nunca de ella.

Cada vez que la visito siempre me ofrece algún aspecto nuevo. Algún cráter con el que no había reparado antes, algún juego de luces sobre un paisaje ya conocido que no había contemplado con anterioridad, alguna formación peculiar, alguna ocultación estelar… y alguna que otra sorpresa que no me esperaba.

La noche del 30 de diciembre de 2017 se juntó un poco todo. Me encontraba en mi pueblo con el SC de 235mm y como la Luna brillaba con fuerza en el cielo, decidí echarle un vistazo. Soplaban rachas de viento que condicionaban negativamente la práctica de la fotografía, pero en visual, había momentos en que la imagen se estabilizaba algo y se podía disfrutar de los paisajes lunares.

A simple vista se veía una bonita Luna acompañada a tan sólo 1,5º por la majestuosa Aldebarán. Y con el telescopio, dando un paseo por el terminador se podían apreciar zonas bien conocidas y espectaculares que suelen mostrarse hacia el día 27 de lunación.

Clavius, Schiller, Schickard, Reiner Gamma, Aristarchus… y entonces me fijé que en el Suroeste de Mare Procellarum, justo en el límite del terminador. ¿Estaba viendo un ojo? Fuera como fuera, sin duda captó de manera inmediata mi atención, y a pesar de las malas condiciones que he comentado, fui rápidamente a fotografiarlo para dejar constancia del momento:


El Ojo de Horus en la Luna. Eso fue lo primero que me vino a la mente y automáticamente pensé en nuestros ancestros que crearon las diferentes mitologías celestes. Por mucho pensamiento científico que tengamos, es difícil escapar a las relaciones que elabora nuestro cerebro entre cosas nuevas y otras ya conocidas.
Las frases “esto se parece a…” o “esto me recuerda a…” siempre nos acompañan.

Aprovechando que había puesto en marcha el ordenador para hacer la fotografía, abrí el Virtual Moon Atlas para intentar identificar este curioso cráter, que gracias al juego de luces y sombras que se dio en ese determinado momento, me sugirió la representación de un ojo en la Luna. Y en seguida comprobé que se trataba del cráter Damoiseau, uno en el que nunca había reparado antes.

Aun sabiendo ya su nombre oficial, estoy seguro que cada vez que vea este cráter, lo reconoceré más por el nombre de “El Ojo de Horus” que no por Damoiseau. Licencias que nos podemos permitir los astrónomos aficionados.

Virtual Moon Atlas
Y una vez identificado, me dispuse a disfrutarlo con tranquilidad y a dibujar lo que veía por el ocular.


Al encontrarse todavía medio oscuro, impide identificar las características de este cráter. Sin embargo, parece que se trate de una superposición de cráteres, de los cuales, el más reciente es más pequeño que el antiguo, y presenta un montaña central que se encuentra iluminada por el Sol. Es realmente bello y sugerente.

También me atraen las zonas inmersas en la oscuridad, más allá del terminador, que empiezan a ser iluminadas es sus partes más altas por los rayos solares. Estos puntos luminosos siempre me transmiten sensaciones tétricas.

Disfruto también de las grietas que se encuentran en el suelo de Oceanus Procellarum, muy delicadas.

Más tarde, volviendo al Virtual Moon Atlas compruebo que Damoiseau es un cráter con unas dimensiones de 36x37 km y que se encuentra aplastando a Damoiseau M, de 54x54 km. Para observarlo con esta forma de ojo deberemos estar atentos a la evolución del terminador cuando se desplace por encima de él. La paciencia valdrá la pena.

Y por lo que puedo ver en esta fotografía extraída del VMA, esta zona es verdaderamente interesante, sobre todo por la presencia del oscuro Grimaldi, y merece una visita cuando se encuentre bien iluminada una vez el terminador la haya superado.

Virtual Moon Atlas

viernes, 12 de enero de 2018

M1 - Remanente de Supernova en Taurus con el SC de 235mm

Estaba disfrutando de una buena noche de observación bajo el cielo estrellado de mi pueblo, cuando me propuse echarle un vistazo a M1, la famosa remanente de supernova que podemos encontrar escondida en la constelación de Taurus.

Carta generada con Cartes du Ciel
Es un objeto al que le tengo un especial cariño, sobre todo por qué recuerdo con cierta nostalgia las noches en las que desesperadamente intentaba cazarla, sin demasiado éxito, con mi recién estrenado SC de 127mm, mi primer telescopio. Y la ilusión que tuve al observarla por primera vez.

En su día compartí en el blog mi experiencia con ella durante una observación en octubre de 2009:

https://laorilladelcosmos.blogspot.com.es/2009/10/m1-remanente-de-supernova-en-taurus.html

Una observación que hice bajo unos cielos con cierta contaminación lumínica y que para ser sincero, me dejó un sentimiento agridulce. Contento por haberla podido ver y un poco frustrado por no poder sacarle más partido.

Así, rememorando estos sentimientos, la noche del 23 de diciembre de 2017 apunté el SC de 235mm hacia ella, y no pude evitar esbozar una sonrisa al verla claramente ya desde el primer momento. Una presencia fantasmagórica con cierta forma ovalada.

Pero de la misma manera que cuando empecé con la afición iba pagando el peaje del novato, ahora la experiencia me acompaña y, la mayoría de veces ya sé cómo actuar para exprimir al máximo un objeto lidiando con las condiciones de observación con las que me encuentro.

Así que primero me dispuse a dibujar el campo estelar que aparecía utilizando el Delos de 14mm y, una vez hecho esto, me preparé para intentar plasmar de la mejor manera posible la nebulosa.

Respirando hondo, fui adaptando la vista lo mejor que pude a la oscuridad y me propuse comparar cómo se comportaba la nebulosa según el filtro utilizado.

En primer lugar añadí el filtro UHC de Thousand Oaks. La nebulosa queda bien resaltada, pero apaga bastante el brillo de las estrellas que la acompañan, por lo que, a pesar de notar mejora, no acabo de sentirme cómodo con él.

Pruebo ahora con el OIII. Completamente descartado con M1. Desaparecen prácticamente todas las estrellas y la nebulosidad también queda más apagada.

Y finalmente, pongo mi reciente adquisición, el filtro UHC-S L/Booster de Baader.No he tenido ocasión de probarlo demasiado, pero esta noche quedo realmente encantado con la imagen que me ofrece de M1. La mayoría de estrellas que puedo percibir sin filtro mantienen su presencia y la nebulosidad muestra muy buen detalle y definición.

Después de estar un buen rato memorizando lo que percibo, intento plasmarlo en papel, siendo este el resultado:



La parte central que queda más marcada resulta muy cómoda de observar, sin embargo los límites externos de la nebulosa exigen una gran concentración por mi parte. Sea como sea, el contorno se muestra bastante irregular y complicado de dibujar. Pero a pesar de la dificultad, creo que en líneas generales plasma de manera bastante aproximada lo que pude con el ojo pegado al ocular.

Sin duda, otra bonita experiencia con M1 que me invita a visitarla de nuevo en otra ocasión.

Y para terminar, qué mejor que contemplar esta preciosa foto de esta remanente de supernova tomada por el Hubble:

Credits: NASA, ESA, J. Hester and A. Loll (Arizona State University)

sábado, 6 de enero de 2018

IC3568 - Nebulosa Planetaria en Camelopardalis

El 23 de diciembre de 2017 me encontraba disfrutando, por fin, de una agradable sesión de observación con el SC de 235mm bajo los cielos oscuros de mi pueblo. Uno de los objetos que tenía planificados era IC3568, una humilde nebulosa planetaria situada en la constelación circumpolar Camelopardalis.

Carta generada con Cartes du Ciel
Mi primera impresión fue encontrarme ante una coqueta y asequible planetaria de aspecto cuasi estelar.



La puedo percibir desde el primer momento que pongo el ojo en el ocular. Acostumbrado a ver planetarias de este estilo ya tengo la habilidad necesaria para saber reconocerlas, pero por si hubiera algún tipo de duda, al poner el filtro OIII, queda confirmada su presencia. La nebulosa queda más resaltada mientras que las estrellas que la acompañan reducen su brillo.

Lo que me llama la atención es el pobre campo estelar en el que se encuentra, aunque disponemos de TYC4633-1711-1, una estrella de magnitud 11,4 situada a casi 2’ de IC3568 que nos sirve de referencia a la hora de situarla.

Por mucho que lo intento no consigo arrancarles ningún detalle más que su pequeña forma redondeada y difusa, pero curiosamente me queda un buen sabor de boca, ya que, no sabría explicar el porqué, le he encontrado un encanto especial. A lo mejor es debido a que llevo unos cuantos meses sin poder sacar el telescopio, quién sabe…

IC3568 fue descubierta en 1900 por Robert Aitken, presenta una magnitud asequible de 10,3 y un diámetro aparente de 18”x18”. Datos a tener en cuenta en el momento que nos planteemos cazarla.

Se encuentra a unos 9.000 años luz de distancia y físicamente presenta un diámetro de 0,4 años luz. Podría parecer poco, pero si tenemos en cuenta que hablamos de unas 800 veces el diámetro de nuestro Sistema Solar, nos haremos una pequeña idea de los tamaños de los que estamos hablando.

Entre los aficionados esta planetaria se conoce como Nebulosa Rodaja de Limón, algo que se entiende cuando vemos esta fotografía tomada por el Hubble:

Credits: Howard Bond (Space Telescope Science Institute), Robin Ciardullo (Pennsylvania State University) and NASA
En definitiva, una planetaria de manual que merece la pena ser visitada si estamos dando un paseo por los alrededores de la estrella Polar.